¿Cuánto cuesta la energía?
Antes que nada, disculpadme porque la semana pasada no hubo post. No es escusa, pero me encontraba con fiebre, con una tos infernal y a parte estaba en Heidelberg (os dejo una fotito), un precioso pueblo alemán que se encontraba en mi camino a Copenhague, donde voy a estar estudiando durante los próximos dos años un máster en sistemas autónomos. Dicho esto, vamos con la newsletter, que hoy pinta interesante.
Bueno, los dos posts anteriores iban enfocados a que podamos entender este, el porqué la energía tiene el precio que tiene y porqué en un país es más cara que en otros.
La energía, desde tiempos inmemorables, es un importante recurso estratégico, y si no la gestionamos bien puede suponer una gran crisis, como en la que se está adentrando Europa con el aliciente de la guerra de Ucrania.
La energía en la industria se puede obtener de dos formas, una es la electricidad (la energía eléctrica que nombramos en el primer post) y la otra los combustibles fósiles (energía química). De dichos combustibles fósiles se utiliza principalmente el gas natural, mientras que el diésel y la gasolina quedan relegados, mayoritariamente, al uso del transporte. Os lo adelanto ya, el principal culpable de que paguemos tan cara la luz es el gas, y para ello vamos a ver como se fija el precio de la luz.
En España y, si no me equivoco, también en el resto de Europa, la electricidad se comercia en un mercado mayorista. En este mercado no se vende toda ella, también existen mercados de operación y mercados minoristas que nos dan para otros posts, por lo que nos centraremos en el mercado mayorista, que es el que sale en las noticias y el que afecta a la industria y, por tanto, al precio de la gran mayoría de los productos que consumimos.
El mercado mayorista es un mercado en el que toda la electricidad se paga al precio al que se cortan las curva de oferta y demanda. ¿Esto qué quiere decir? Pues en la siguiente gráfica lo vamos a ver bien claro:
Centrémonos por ahora en las curvas de O. venta y O. compra (la O. es de operaciones). La curva de venta representa las ofertas de los generadores de energía, como por ejemplo plantas fotovoltaicas, parques eólicos, centrales nucleares, centrales de gas, cogeneración… Y la curva de compra representa los compradores, como pueden ser industrias y comercializadores (quien te vende la luz de casa). Estas curvas son la base, y posteriormente se le añaden una serie de elementos, como la energía que ahora mismo le vendemos a los franceses, formándose las curvas de operación de venta y compra casadas, que son casi definitivas, y para este post será el precio final, a modo de simplificación. Entonces, si nos fijamos en el gráfico, donde se cortan las curvas de compra y venta casadas obtendremos el precio que vamos a pagar, por lo que hoy se van a generar en nuestro país unos 22000 MWh a un precio de unos 200€ el MWh, y toda la electricidad se venderá a ese precio. De este tipo de mercado hay muchos detractores, hay quien alega que no es justo que los que venden la energía más barata cobren a un precio mucho mayor, a eso le llaman los “beneficios caídos del cielo”. Y hay quien justifica que este sistema incentiva la mayor instalación de energías renovables, lo cual es muy cierto y fue la razón por la que instauró este tipo de mercado.
Pero, ¿por qué habíamos dicho que el precio de la luz era culpa del gas?, muy sencillo. En la gráfica de venta es donde entran las plantas generadoras de electricidad y, como vemos, hay quien oferta su electricidad a precio cero, o incluso precio negativo (😯), esto son energías renovables como la eólica o la solar, ya que prevén que van a generar energía y quieren venderla sí o sí. Tras estas aparece un poco de rampa, y es donde entran otros tipos de energía, como las energías fósiles, hasta que la curva corta con la curva de ofertas de compras. Por esta razón, salvo días de mucho sol y mucho viento, en los que haya momentos en que toda la electricidad provenga de fuentes renovables, siempre será el gas el que corte en las curvas de oferta y demanda.
Y ahora hablemos de la excepción ibérica, una excepción que solicitó el gobierno a la Unión Europea con el fin de topar el precio del gas, es decir, el problema de la crisis es que el precio del gas es muy alto, del porqué hablaremos la semana que viene, y hace que suban los precios. Entonces se solicitó topar el precio del gas, por lo que el gas no puede costar más de 100€ el MWh, que sumado al precio de generar la electricidad con ese gas y los derechos de emisión (la supresión de estos es la primera medida que debería haber tomado la Unión Europea para reducir los precios en de la luz) obtenemos esos 200€ aproximadamente el MWh que tenemos en el mercado. Pero la diferencia de precio entre lo que realmente cuesta el gas y los 100€ el MWh la pagamos entre todos a través del mecanismo de compensación del gas. ¿Y esto funciona? A medias, los precios del Mercado Ibérico (España y Portugal trabajan juntas en el precio de la luz cuando es posible, y a ese mercado se le denomina Mercado Ibérico) se han reducido y son de los más bajos de los países de la Unión, el problema es que el gobierno prometió precios más bajos y esto no está ocurriendo, pero pese a ello hemos salido ganando.
El tema de mercados es de una inmensa profundidad, este post es un resumen lleno de simplificaciones (y posiblemente errores) para que pueda llegar al máximo número de lectores con el fin de acabar con la desinformación que nos procuran los medios de comunicación tradicionales. Como siempre digo, si tenéis alguna duda, queja, sugerencia… os animo a que me escribáis a través de mi cuenta de Twitter o a mandarme un mail. Finalmente, si este tema os gusta, os recomiendo encarecidamente seguir en Twitter a @ingebau, unos auténticos expertos de la energía; al Periódico de la Energía y a su director Ramón Roca, que hablan de manera objetiva sobre todas las noticas de Energía, y @OperadorNuclear, un auténtico experto de la Energía Nuclear que trata de desmitificarla y acercarla a la población general a través de la divulgación científica.