Los elementos de protección de tu casa
Todos nosotros decimos siempre “Han saltado los plomos” cuando se nos va la luz en casa, pero, ¿Alguien se ha parado a pensar que son los plomos y porque saltan?
Los plomos eran unas barritas (de plomo) que se fundían cuando estaba circulando más corriente de la que puede circular por tu instalación eléctrica. Esas barritas se sustituyeron por fusibles, ya que estos son algo más flexibles frente a las sobrecorrientes y, finalmente, se sustituyeron por una serie de interruptores que os voy a presentar enseguida.
Entonces, si no son plomos ¿Qué es lo que tenemos en el cuadrito blanco lleno de interruptores? Pues para eso, primero debemos saber a que nos enfrentamos. Cómo ya has leído en otros post (y si no lo has hecho, te lo recomiendo) un circuito eléctrico se caracteriza por tres cosas: tensión, corriente y resistencia. También sabemos que la resistencia es un parámetro físico del conductor por el que circule la corriente. Así que tensión y corriente son los que debemos controlar. La tensión que tenemos en nuestros hogares, al menos en Europa, es entre 220V y 230V (V de voltios) y la intensidad depende de nuestro consumo. Así que debemos estar protegido frente a sobrecargas que pueden estar generadas por tensiones por encima de estas (sobretensiones) o corrientes elevadas que puedan dañar nuestra instalación (sobrecorrientes). Que estos sistemas no funcionen bien significa un riesgo muy elevado de incendio o de recibir una descarga en tu cuerpo (ya contaré cuando yo recibí varias porque la instalación de mi cocina no estaba bien realizada).
Pues vamos a allá, en el cuadro eléctrico tienes tres cosas. La primera y la que bajas cuando quitas la luz: el interruptor general automático (IGA) que protege de cortocircuitos (lo más peligroso que te puede ocurrir) y sobrecargas. Después tenemos el interruptor diferencial (ID) que se encarga de que no haya ninguna derivación a tierra, que quiere decir básicamente que no te de la corriente muy fuerte o que no haya ningún cable pelado tocando la carcasa de algún electrodoméstico. Y finalmente, los pequeños interruptores automáticos (PIAs), estos interruptores diferencian distintas instalaciones de tu hogar y saltan cuando hay un problema en alguna de ellas debido a sobrecargas y cortocircuitos. Destacar también, que hay otro elemento al que no tenemos acceso y que está instalado en el contador de la luz, es el interruptor de control de potencia (ICP). No está instalado en el cuadro eléctrico porque es propiedad de la compañía eléctrica y tiene como función que no excedas la potencia que tienes contratada con esta.
Cómo el post de hoy se ha quedado un poco corto voy a contaros mi mayor aventura con la electricidad. En mi casa, mi familia decidió cambiar la campana extractora porque no renovaba correctamente el aire y no extraía los humos de la cocina. Mi madre compra una campana plateada metálica (mucho más bonita que la negra plasticosa que teníamos antes) y ¿a quien le tocó cambiarla? Efectivamente, al ingeniero de la casa, pero nada que no se pueda solventar, un poco tedioso pero la cambiamos sin ningún problema. Al cabo de unas semanas, con el brazo apoyado en el microondas (tocándolo con la piel) toco con la otra mano la campana extractora y, a mí sorpresa, me da la corriente. Inútil e incrédulo vuelvo a tocar la campana y me vuelve a dar la corriente y, esta vez, salta el interruptor diferencial del cuadro eléctrico (no había saltado antes porque la descarga no había sido muy fuerte y no se había sobrepasado en exceso la corriente). Mido con el multímetro la tensión entre la superficie de la campana extractora y la superficie del microondas y me marca 230V!! Imagínate mi cara, un auténtico poema. Si tocaran las pestañas metálicas de cualquier cable que conectes a la luz la carcasa del microondas y de la campana se enchufaría. A la mañana siguiente desmonto la campana pensando que había conectado algún cable mal y estaba todo perfecto, no entendía que estaba ocurriendo. Así que me pongo a desmontar el enchufe al que estaba conectado el microondas y me encuentro que la toma a tierra estaba conectado a una fase, es decir, la carcasa del exterior estaba a 230V. Si alguien hubiera tocado el microondas descalzo se habría llevado una buena (pero nada más allá de un susto gracias a las protecciones), fue tan sencillo como conectarlo bien y ya estaba eso arreglado.
También recuerdo mientras cambiaba la campana extractora que, estando la luz conectada, corte un cable negro y azul, que estaban conectados, a la vez con los alicates. ¿Resultado? Un agujero en los alicates y mi padre preocupadísimo después de haber visto salir una luz de los cables y escuchar un estruendo. A mí no me pasó nada porque los alicates tenían mango de goma. ¿Qué pasó? Pues que hubo un cortocircuito (fase-fase que es el más peligroso) y se liberó mucha energía de manera muy rápida hasta que saltó el IGA, calentando tanto el cobre de los cables que fundió el metal del alicate.
Espero que os haya gustado el post de esta semana y como siempre os digo, si tenéis alguna duda o pensáis que hay algo incorrecto podéis hablarme a través de Twitter o correo electrónico.